La elección de una Mesa Directiva en el Congreso encabezada por José Jerí –lo que es casi un hecho al contar por ahora con 67 posibles adhesiones– es, en su conjunto, un fiel reflejo de periodo parlamentario que va llegando a su fin donde hemos tenido, entre otras barbaridades, un condenado por violación sexual, acuerdos políticos contra natura, actitudes antidemocráticas y en favor de la criminalidad, y la presencia de impresentables impunes como los “mochasueldos” o “los niños”.

Se debe tener presenta que Jerí, de Somos Perú, el partido de personajes nefastos para el país como Martín Vizcarra y Daniel Salaverry, es un investigado por el delito de violación sexual. Es verdad que se presume su inocencia mientras no haya una sentencia final. Pero bien pudo buscarse otra opción que no destruya aún más la imagen del Congreso. Su presencia en la lista es ofensiva. Quizá tengamos congresistas que extrañen a su excolega Freddy Díaz, condenado a 18 años de prisión por abusar de una trabajadora parlamentaria.

A la primera vicepresidencia postula el fujimorista Fernando Rospigliosi, quien como político de experiencia va muy bien, pero me parece cuestionable que su grupo insista en ir con los comunistas de Perú Libre que con la lista encabezada por José Cueto. Además, la agrupación política que lanzó a Pedro Castillo ha propuesto por tercera vez a Waldemar Cerrón, lo que sin duda es una muestra del talante poco democrático del lápiz, que iban a usar como pata de cabra para tumbarse el Estado de derecho y el orden constitucional.

Más atrás, por la tercera vicepresidencia viene Ilich López, de ese partido algún día importante y honesto como fue Acción Popular. Es uno de los acusados de ser parte de “Los niños”, que habrían favorecido con sus votos al gobierno de Castillo a cambio de cuotas de poder. En la lista por la Mesa Directiva representa al blindaje y a la impunidad en el Congreso que se va, pues pese a todo lo que hemos visto, este grupo de legisladores tan cuestionado ha seguido en funciones.

Como vemos, en la lista que va a ganador está representado todo lo malo de este Congreso. Quizá solo falte algún personaje del partido de César Acuña, que frente a la Plaza Bolívar ha tenido su agencia de empleos para los afiliados y ayayeros, uno de ellos acusado de violación sexual e investigado en el Ministerio Público como posible proxeneta. Sin duda el Legislativo se irá con mucha pena y nada de gloria, pues ni siquiera en su último tramo habrá sido capaz de enmendar en algo su rumbo torcido.

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