Fujimori debe salir
Fujimori debe salir

Esta semana Alberto Fujimori presentó un hábeas corpus en que solicitó la nulidad de su condena de 25 años por los hechos de La Cantuta y Barrios Altos. El argumento central es que hay fundadas sospechas de que ese proceso fue viciado por varios frentes, desde la no abstinencia de presidir la sala por el juez César San Martín -quien tenía motivos de animadversión personal a Fujimori por haberle destituido de su cargo de juez- hasta la impropia consulta a un importante estudio de abogados español varios meses antes de emitir la sentencia.

El Poder Judicial debería pensar con amplitud política este delicado asunto. Empecemos por lo primero: Fujimori tiene razón. Existe abundante material probatorio de que catorce meses antes de la sentencia San Martín había tomado contacto con abogados españoles a los que les consultó con preocupación cómo podría tenderle la celada a Fujimori, cosa que al final se logró con ese “frankenstein” jurídico que se denominó “autoría mediata”.

Además, el Gobierno y el Poder Judicial deberían entender que si rechazan este hábeas corpus, no les quedará más remedio que llevar el caso a instancias internacionales, donde los reflectores serán mayores. No será muy difícil probar la intencionalidad política que invalida y vicia jurídicamente el juicio a Fujimori. Recuérdese que el ensañamiento contra el expresidente no reconoció ni prejuicios históricos, tan activos normalmente, porque se pidió a los carabineros chilenos arrestarlo y se solicitó a la justicia chilena juzgar si procedía su extradición. ¿Habrían dejado los chilenos, incluso los de izquierda, que al mismísimo Pinochet lo humillaran policías peruanos, jueces bolivianos o fiscales argentinos? Como para probar que el peor enemigo de un peruano….

La verdad es que, a estas alturas, parece que la libertad de Fujimori se hace políticamente más fuerte. La razón es que la causa del encarcelamiento de Fujimori va perdiendo adeptos y va quedando al descubierto que lo sometieron a un juicio político, de donde no tenía escape ni era posible otro resultado que no fuera incriminarlo. Esto se agudiza al considerar que los dos partidos de oposición, a través de sus más calificados voceros, han manifestado su intención de sacar a Fujimori de prisión si son gobierno en 2016. Incluso algunos entusiastas con su encarcelamiento piden hoy reconsiderar el indulto.

Ante lo inevitable, sería mejor que el poder judicial dé muestras de cierto resarcimiento, aceptando el pedido del ex Presidente. Después de todo, si se le debió castigar por algo, ya se le hizo suficiente con quince años.

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