Queda claro que con el archivamiento en la Comisión de Justicia del proyecto de ley del congresista Roberto Vieira, que hubiera permitido dar arresto domiciliario a algunos reos de más de 75 años de edad, y con la pública negativa del gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski de darle el indulto reclamado por Fuerza Popular, el exmandatario Alberto Fujimori tendrá que pasar varios años más en su reclusorio de la Diroes, en Ate-Vitarte, salvo que su salud se deteriore.

Fueron los propios fujimoristas, quienes manejan el Congreso con su mayoría, los que adoptaron esa insólita decisión, pese a que el propio expresidente, desde su encierro, salió el día anterior a reclamar su libertad, y a que dos horas antes de la sesión que archivó la iniciativa de Vieira, Kenji Fujimori reclamara a su gente que “luche activamente” por la libertad de su padre, que lleva diez años en prisión por graves delitos.

Ante la negativa del presidente Kuczynski de darle el indulto con su firma, el proyecto del legislador Vieira era la única alternativa para darle mejores condiciones de vida al exgobernante condenado a 25 años de cárcel. Por eso extraña la actitud del fujimorismo, que ha salido con el débil argumento de que no se puede dar una norma “con nombre propio” y que por eso con su mayoría mandó al archivo la iniciativa.

Llama la atención que, según vimos ayer en imágenes de archivo, en 2013 la propia Keiko Fujimori, lideresa de la bancada parlamentaria que el martes último archivó el proyecto de Vieira, haya hablado de la viabilidad de darle arresto domiciliario a su padre ante los males de salud que ya presentaba. Esta vez se les dio esa posibilidad, pero optaron por esperar el indulto, que el presidente Kuczynski ha dicho que no otorgará.

Sin duda, el más beneficiado políticamente con este archivamiento en la Comisión de Justicia es el presidente Kuczynski, pues cada vez que el fujimorismo le reclame la libertad de su líder, desde Palacio de Gobierno podrán decir que ya se les dio la alternativa del arresto domiciliario con el proyecto de Vieira -que el mandatario consideraba viable, según dijo en RPP el viernes último-, pero la rechazaron por razones que solo saben en tienda “naranja”.