GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Fuerza Popular, partido político del fujimorismo, acentúa su carácter antidemocrático recordándonos el autogolpe de Estado de Alberto Fujimori el 5 de abril de 1992.

Diversas denuncias intimidantes desnudan su prepotencia y autoritarismo. La del congresista Daniel Salaverry contra el fiscal supremo Pablo Sánchez por supuesta infracción constitucional al no garantizar el inicio de investigaciones contra empresas peruanas vinculadas a Odebrecht. La de la Comisión Permanente, de mayoría fujimorista, abriendo investigación contra 4 de 7 integrantes del Tribunal Constitucional, pudiendo llegar a destituirlos, cuando estos no pueden ser interpelados ni juzgados por la naturaleza de sus votos, conforme el artículo 201° de nuestra Constitución.

Sumemos la “interpretación” de la Comisión de Constitución del Congreso sobre la obligación de comparecencia del Presidente a las comisiones investigadoras del Congreso, ignorando la inmunidad de la que goza el presidente de la República.

Se trata de una decisión política adoptada por el fujimorismo con el fin de profundizar su intento de cogobernar el país. Aunque no fue elegido para ello, avanza en el proceso de ruptura del equilibrio de poderes, sustento de nuestra democracia republicana, haciéndola peligrar.

Cogobernar no solo debilita nuestra democracia, porque retrocede en la construcción institucional de ella, sino que abre la puerta a manifestaciones equivocadas del ejercicio del poder, como el autoritarismo, la corrupción, entre otras, cuestionando las posibilidades del fujimorismo de llegar al poder mediante elecciones democráticas.