Las reuniones FMI/BM han hecho milagros. Por primera vez sentí que había convicción en las palabras del Presidente Humala antes del banquete que ofreció en Palacio. Convicción sobre la política económica y el libre mercado implantados desde 1990 y que, con variaciones de énfasis, se siguen aplicando en un país poco afecto a la perseverancia. Que Humala y Abugattás enarbolen decididamente la bandera del TPP parece difícil de creer, aun en octubre, mes del Señor de los Milagros.

Enhorabuena. Las loas a la economía peruana de visitantes como la brillante y refinada Christine Lagarde, con su enorme prestigio de abogada internacional y Ministra de Finanzas y otras carteras en Francia, han tonificado al Gobierno y parecen haberlo convencido de las bondades de un modelo que está muy lejos de su ADN. Ha sido afortunado que este respetado cónclave mundial haya coincidido con la aprobación del TPP. Con el mismo telón de fondo, ha destacado también el proceso de adhesión del Perú a la OCDE, cuyo Secretario General nos ha entregado el documento “Programa País” -un saludable itinerario de reformas para consolidar la liberalización de capitales y servicios, que permitirá acceder a un club tan envidiado.

La primera batalla será lograr que el TPP entre en vigor y supere los obstáculos político-electorales que ya enfrenta en Estados Unidos, el mercado más atractivo para los signatarios. Aun así, la simple noticia de su aprobación ha creado una sensación de urgencia en las negociaciones del tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos (TTIP). Ocurrirá lo mismo en la Cumbre de APEC que se celebrará en Lima (junio 2016), donde se evaluará el estándar normativo del TPP. Aún está pendiente la concertación de un gran acuerdo comercial en la dinámica Cuenca del Pacífico y el TPP serviría de base para lanzar esa difícil negociación. La extensa y compleja variedad temática que cubren estos acuerdos de última generación cuenta ahora con una normativa referencial afinada por años de trabajo.

El comercio de bienes y servicios es el motor más potente de la economía. Practicarlo conforme a reglas uniformes y ventajosas acelerará la recuperación mundial, que a todos beneficia. El Perú, Chile y México (esperamos a Colombia) están bien posicionados en los más vigorosos tableros comerciales del Pacífico, con miras al desarrollo y la prosperidad que nos ofrecen en un futuro cercano.