Analizamos en anteriores entregas causas, contexto, y cómo los conflictos internos se convierten en guerras internacionales. Ahora discutamos cómo los estados nacionales identifican intereses vitales que al percibir que son amenazados, podría llevar a sus líderes a decidir una opción: emplear la violencia políticamente organizada, realizar diplomacia preventiva evitando usar la fuerza, o prepararse para el enfrentamiento.
Rusia percibió una amenaza a su seguridad si es que Ucrania ingresaba a OTAN, entonces decidió realizar una operación militar especial. El gobierno ucraniano percibió amenaza a su legitimidad e integridad territorial, y como solución decidió proseguir la guerra civil contra la población de las provincias de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia, y Jerson, a fin de impedir que usarán el principio de libre determinación para ser independientes. Por ocho años lograron el apoyo de la OTAN para mejorar su poder militar, pues concluyeron que la solución pasaba por enfrentar el conflicto armado internacional. EE.UU siguiendo ideas de Mac Kinder, percibió cercanía entre alemanes y rusos como amenaza a su seguridad. Algunos países de Europa Occidental percibieron desafíos en países del Báltico a Turquía, y como solución decidieron incrementar su presencia en Europa del este, alejando lo más posible la sensación de inseguridad, pero con diferencias: Reino Unido y Francia dispuestos al despliegue de tropas, Alemania deseaba tener presencia financiera e industrial con posibilidad de futuro acercamiento a Rusia, mientras España se mostraba más interesada por zona norafricana y mediterráneo. Los países líderes de OTAN decidieron tanto disminuir las capacidades rusas, como proyectar influencia sobre los países entre el Mar Negro, Cáucaso y Golfo Pérsico. ¿Será posible construir la paz, observando cada uno la seguridad de sus respectivos intereses?