La Ley Universitaria 30220 promulgada en julio del 2014, dictaminó en su décimo segunda disposición complementaria transitoria la “reorganización” del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (SINEACE), autorizando entonces al Ministerio de Educación a constituir un grupo de trabajo encargado de su evaluación integral y de establecer un proyecto de ley para su reforma, así como de fijar un consejo directivo “ad hoc” conformado por representantes principalmente del Minedu y del Concytec. En julio del 2022, la Ley 31520, “Ley que reestableció la autonomía e institucionalidad de la universidad peruana”, restituyó varios artículos derogados de la ley 28740 y resucitó el funcionamiento del SINEACE a fin de garantizar la acreditación de las instituciones educativas en todo el país.

Es importante resaltar que esta ley fue declarada, además (a fines del 2022) como “constitucional” por el Tribunal Constitucional de nuestro país.  Lo cierto es que 9 años y 13 ministros de Educación después, algunas voces,  cargadas de la pasión del resentimiento por la pérdida de protagonismo y/o de espacios de “poder”, señalan que esta reactivación del SINEACE, dispuesta por la actual ministra de Educación a través del D.S. 012-2023-MINEDU en cumplimiento del mandato legal, constituye una “contra reforma”, la “toma” o el “asalto” a las instituciones, criticando agriamente la disposición sin comprender que en nuestro país la Constitución y el sistema de derecho establecen la obligatoriedad del cumplimiento de la ley por parte de todos los peruanos.  Algunas de estas voces, curiosamente, pertenecen a ciudadanos que ocuparon anteriormente la cartera de Educación y que no tuvieron, durante sus mandatos, ninguna iniciativa o acción objetiva para activar y poner en vigencia y valor el trabajo del SINEACE.  Por ello, saludamos la actual medida de reorganización del “Sistema Nacional de Evaluación, acreditación y certificación de la calidad educativa” y esperamos que esta vez cumpla un papel estelar y sostenido para inspirar y promover la participación de mayor cantidad de actores comprometidos con la mejora de la calidad educativa de nuestro alicaído sistema educativo nacional.