Hagamos que todo valga la pena

El Perú está ingresando a una nueva etapa con miras al Bicentenario, señaló ayer el presidente de la República, Martín Vizcarra. Además, mencionó el “logro” alcanzado por la institucionalidad, en referencia a lo sucedido con el Congreso de la República.

En parte, ello no deja de ser cierto. Estamos en una nueva fase social y política, en la cual el cambio debe ser evidente, no solo de palabra.

Con un proceso electoral en marcha, corresponde identificar a los que serán los nuevos actores políticos, quienes se encargarán de la reforma de la Constitución, de cara al Bicentenario de la Independencia.

No se debe perder de vista este objetivo, para no permitir bajo ningún pretexto que la improvisación se vuelva a apoderar de las instituciones gubernamentales, propiciada por los propios partidos políticos que se olvidaron del bienestar del pueblo y antepusieron intereses personales a los de la Nación.

Tendremos que hacer respetar nuestras expectativas ciudadanas exigiendo candidatos probos y emitiendo un voto responsable, pero también responsabilizando a las agrupaciones y partidos políticos por quienes puedan estar en el Parlamento el próximo año. Solo así garantizaremos que, en efecto, presentarán buenos cuadros y no a cualquiera. Ese será el verdadero cambio que todos esperamos.

Hagamos que todo lo sucedido valga la pena.