Cuando decimos que la sostenibilidad de los recursos pesqueros forma parte del ADN de las empresas del sector pesquero industrial, no nos referimos a una frase construida a manera de slogan, sino a un propósito real de un sector comprometido con el país y su desarrollo.

Ello se evidencia en los más de 15 años de estabilidad de la biomasa de anchoveta; en las innovaciones medioambientales realizadas por las empresas del sector, tales como el cambio de la matriz energética, construcción de emisores submarinos para el cuidado de las bahías frágiles; el cambio a secado a vapor, así como en los programas que tienen por finalidad el cuidado de las especies marinas.

En este contexto, un hecho concreto es Salvamares, programa creado por el sector pesquero industrial, que ha sido reconocido con el Premio Nacional Ambiental “Antonio Brack Egg” del Ministerio del Ambiente, por su contribución a la protección ambiental, el manejo sostenible de los recursos naturales y la conservación del ambiente a través de prácticas que pueden ser replicadas en cualquier parte del mundo.

Asimismo, Salvamares, fue reconocido por su aporte a la conservación de los ecosistemas continentales y marinos, especies y diversidad genética; como por la recuperación de más de 5 mil especies captadas en las actividades de pesca de manera incidental en la última edición de los PODS, organizado por Perú 2021.

Lamentablemente frente a esta situación, hay quienes que, con discursos bonitos y películas en Netflix, como Seaspiracy, que ha sido ampliamente criticada por su falta de rigor en sus afirmaciones y por faltar a la verdad, pretenden disfrazar la realidad.

No nos dejemos engañar por ciertos contenidos que buscan distorsionar la verdad de un sector, como la pesca, que es la fuente de trabajo formal de millones de personas en el mundo y fuente de proteína para contribuir con la seguridad alimentaria de todos los habitantes del planeta. La pesca sostenible existe, Salvamares así lo demuestra con hechos y no con palabras.