Como lo hemos comentado en varias oportunidades, el sector pesquero atraviesa - desde hace varios años - una serie de dificultades. Así, la industria está fuertemente apalancada debido a factores climatológicos, pero también a ineficientes políticas públicas como el cierre del régimen especial en el sur y los sobrecostos que, en los últimos años aumentaron en 300%. A ello, habría que sumarle la menor demanda del mercado chino debido a la crisis de sanidad en su sector pecuario y la guerra comercial con EE.UU.; así como el cierre abrupto de la II temporada de pesca 2019.

Como si todo ello no fuese suficiente, el Coronavirus complica aún más la estabilidad del sector, por los sobrecostos adicionales que se deben asumir y la incertidumbre de cómo evolucionará la pandemia.

Si bien el gobierno cuenta con un buen plan para reactivar la economía, estas medidas no son lamentablemente aplicables a la industria pesquera. Más aún, medidas que se supone ya deberían estar activadas como, por ejemplo, la devolución del Impuesto a la Renta pagado en exceso no se está dando, lo que origina una falta de liquidez.

Sin embargo, debemos ser claros. El sector pesquero no necesita subsidios. Hemos hecho todos los esfuerzos para estar listos y enfrentar - dentro de las limitaciones que impone el Coronavirus - la próxima temporada de pesca que esperamos sea buena, a pesar de los desafíos que demandará su operación. Para ello, contamos con estrictos protocolos de sanidad a fin de salvaguardar la salud de nuestros colaboradores que son lo más valioso que tenemos.

Como sector estamos listos para poner el hombro, como siempre lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo en beneficio del Perú.