Hubo fútbol y un niño lloró

A estas alturas, posiblemente el video, para nuestra desgracia, ya debe ser viral. “Yo estoy llorando porque ha perdido Perú. Yo quiero decirles que jugaron muy bien”. El niño debe tener unos ocho o diez años. Llora y se sorbe los mocos. Continúa. “Me pusieron triste... Yo lloro porque Chile es siempre más rápido que nosotros”

El video es de 51 segundos, de un programa nocturno nacional que se lanzó en microondas a la salida del partido. Al toque las imágenes fueron recogidas por CNN Chile bajo el título “La desolación de un niño por la derrota de Perú frente a Chile.” Abajo, otro enlace que te lleva a la noticia “la lluvia de memes que se burlan de Perú tras el triunfo chileno”.

Más abajo todavía (siempre se puede llegar más abajo, ya ven) la reseña de la cadena internacional decía que “en Perú la derrota por 4-3 dejó un sabor amargo y ambiente de tristeza tanto en Lima como en todo el país. Así lo reflejó este pequeño hincha peruano que no logró concebir un nuevo triunfo chileno sobre su país, por lo que no aguantó el llanto mientras era entrevistado”.

Esta es la parte que se me queda quemando en la pantala: “este pequeño hincha peruano que no logró concebir un nuevo triunfo chileno sobre su país”. Ahora, estamos hablando de un medio serio, ponderado, con presencia de su marca a nivel global y referente de lo que son las grandes coberturas internacionales.

Vamos, que no son cuatro chibolos desde una cabina jugando a los trolcitos, ni al chaveteo anónimo del que -las cosas como son- somos por aquí más hinchas que de la fallida selección. Es poco elegante hablar mal de tus colegas si no te has acercado primero a hablar con ellos directamente. Y menos elegante todavía hablar sobre el trabajo de un medio de otro país, así que por ese lado no abundaré.

El asunto es que ojalá que no solo en Chile hayan visto al niño, entrevistado por otro peruano. Ojalá los seleccionados -sobre todo tú, 'Cuevón'- vean también a este pobre hincha botando una lágrima por ellos. Que en medio de la rabia y la frustración que también puedes sentir cuando estás en el colegio, este pequeño fue más grande que muchos ayer y les lanzó a los once eso de “yo quiero decirles que jugaron muy bien”.

Porque para él, el amor a la camiseta va más allá de quiénes la vistan. Si ya los adultos cada vez con más razón, les empezamos a perder la fe, traten, al menos traten, de jugar bien por un niño que lloró por ustedes a la medianoche.