El Sutep, gremio representativo del magisterio peruano, desarrolló una huelga nacional escalonada que se inició el 16 de octubre en Loreto, Arequipa, Tumbes e Ica. El jueves 17 continuó en Madre de Dios y Lima Provincias, ampliándose al viernes 18 a Piura, Cusco y Ucayali. Se tenía previsto generalizarla a nivel nacional el pasado lunes 21 de octubre.

Considero que las reivindicaciones logradas contribuyen al mejoramiento social y económico de los maestros de la escuela pública, quienes son actores claves para el mejoramiento de los aprendizajes de los estudiantes; siempre en un contexto de formación continua, así como  de mejoramiento permanente de las condiciones básicas de calidad de los colegios.

Por ello, al iniciarse la paralización de labores, escribí un tuit que decía: “Invoco al gobierno y al Minedu a persistir en un dialogo efectivo y productivo con los dirigentes magisteriales (Sutep). Que se produzca a la brevedad pensando que cualquier paralización de las clases perjudica a los alumnos de menores recursos”.

El Sindicato tenía una plataforma razonable, y el ministerio de Educación la voluntad de dialogar. Es así que el sábado 19 por la mañana los dirigentes de todas las regiones del país e integrantes del CEN del gremio, bajo el liderazgo del profesor Lucio Castro, acudieron a la convocatoria del ministro de Educación Morgan Quero, quien les expuso sus propuestas (que son de conocimiento público) donde resalta el logro de un aumento de 400 soles (200 en marzo y 200 en noviembre) para la primera escala magisterial. Al día siguiente de concluida la reunión, la Asamblea Nacional de Delegados  tomó, en buena hora, la decisión de suspender la huelga. Saludo al Minedu y al Sutep. Ahora a cumplir los acuerdos.