En Perú, uno de los llamados peligros naturales más recurrentes son los huaicos. Cada año en temporadas de lluvias se hacen presentes en las zonas andinas y costeras con mayor frecuencia, produciendo daños personales y en la infraestructura que ocupa espacios cercanos a las quebradas.

Ante esta realidad, el Estado ha propiciado el desarrollo e implementación de sistemas de monitoreo de lluvias a fin de identificar las zonas que podrían ser extremas y dar origen a huaicos; sin precisar, por cual, de todas las quebradas, podrían discurrir. Considerando que los huaicos se generan en la cuenca media y alta, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) apostó por desarrollar un sistema que permita alertar sobre el huaico inminente y dar a conocer los tiempos en los cuales, el flujo podría llegar a los diferentes puntos de interés a lo largo de toda la cuenca.

El sistema desarrollado por el IGP integra cámaras digitales de alta resolución y sensores de movimiento y altitud que, al ocurrir un huaico, este sistema recoge información que permite dar la alerta, así como estimar su velocidad de propagación y la altura del volumen de agua. Con esta información se generan tablas de velocidad-distancia para estimar los tiempos de llegada a diferentes puntos de interés. Asimismo, para que el sistema sea efectivo, es necesario realizar el levantamiento topográfico de la quebrada de interés con la mayor resolución, trabajo que se realizó en las quebradas de Huaycoloro, Río Seco y Jicamarca. En estas quebradas el sistema de alerta inminente de huaico dio resultados positivos en el año 2017 durante el desarrollo de El Niño Costero. A su vez, se logró dar alerta a SEDAPAL aportando para que la empresa tome las previsiones del caso y por ello, Lima nunca estuvo desabastecida de agua. En ese camino, el IGP sigue realizando “Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.