A estas alturas ya el Perú conoce el alto y muy preocupante nivel de improvisación de la candidatura del profesor Pedro Castillo, quien sigue meciendo al país con su equipo técnico, el cual no logra concretar a pesar de la cantidad de gente de izquierda de todas sus variantes -incluso sus hasta hace poco rivales-, que se le han subido al carro.

Desde la primera semana del triunfo en primera vuelta de Castillo, hemos venido exigiendo que muestre qué personas lo acompañan en sus equipos técnicos especialmente en materia de economía y salud, más allá del condenado por corrupción Vladimir Cerrón, autor del plan de gobierno de Perú Libre.

Hasta el momento no se sabe si este plan marxista, leninista y chavista sigue vigente, o si Castillo optará por otro de último momento elaborado por quienes ahora lo rondan. Y si eso sucede, ¿Cerrón se quedará tranquilo?

El sábado último el candidato debió dejar en claro quiénes lo acompañaría, pero prefirió llegar a la zona de Gamarra, darse una vuelta y no decir nada. Este es el hombre que quiere gobernar el Perú en uno de las crisis más severas de su historia. ¿Podrá hacerlo junto con Cerrón y alguna que otra persona improvisada que logre reclutar a último momento? ¿Esto merece el país?