Si algo nos ha dejado claro el Ejecutivo y el Congreso en los últimos años, es que les importan muy poco las reglas de juego y la estabilidad fiscal. La regla fiscal, herramienta de programación que busca manejar el déficit fiscal de manera responsable, se incumplió en 2023 y en 2024, incluso en este último año, a pesar de que se elevó el límite para facilitar su cumplimiento. Leyes aprobadas por el Congreso y la inacción del Ejecutivo para observarlas han afectado nuestras cuentas fiscales. Para 2025, nuevas obligaciones de gasto asociadas al incremento de remuneraciones, compras e inversiones, sin considerar los ingresos públicos, decantarían en un nuevo incumplimiento de la regla fiscal. En el colmo de los males, pecando de insensatos e irresponsables, el Congreso, con la eventual venia del Ejecutivo, aprobó una modificación de la estructura del IGV, elevando del 2% al 4% la asignación al Fondo de Compensación Municipal (Foncomun). Dicha manipulación del sistema tributario afectaría negativamente las cuentas fiscales del Gobierno Central, para transferir mayores recursos a las municipalidades, las cuales ya han demostrado serias deficiencias en la ejecución de sus presupuestos de inversión pública. Solo en 2024 dejaron de ejecutar S/ 9,682 millones. No existe un problema de falta de recursos, sino de capacidades para gestionarlos. Los propios funcionarios municipales así lo reconocen: el 74.5% requiere capacitaciones en procedimientos administrativos, y el 67.7%, en formulación y evaluación de proyectos. Entonces, ¿qué harán con mayores recursos? Ejecutivo y Congreso están jugando en pared. El juego se llama: “que pague el que sigue”.