Investigación SEPIA XVII
Investigación SEPIA XVII

Hace poco tuve la gran suerte de encontrarme con Ricardo Fort, quien actualmente es presidente de Sepia (Seminario Permanente de Investigación Agraria) y también socio de Vodka 14 Inkas. Esta última vez que lo vi me dejó una copia de los resultados del seminario bienal Sepia XVII (que puede ser descargado de forma gratuita desde sepia.org.pe). Para las personas que hemos estudiado una carrera vinculada a la agricultura, el Sepia es un tomo de carácter mitológico que, cuando ni has terminado de aprender sus conocimientos, ya hay otro.

Con esta publicación se celebran 35 años de fundación, toda una institución académica descentralizada que agrupa e integra a investigadores rurales en todo el país.

Para esta edición se invitó a escribir sobre tres temas: cadenas de valor y sus consecuencias para el desarrollo rural; desigualdades e in equidades en el mundo rural, y paisajes rurales: territorio, cuenca y desarrollo rural. En cada tema hay un artículo que resume la ponencia de balance y cuatro más sobre resultados de investigación relevantes.

Análisis. El balance de cadenas de valor agrarias (Paredes y Fort), basado en la experiencia de siete productos, resalta algunos puntos, como que el sector privado es el que encuentra las oportunidades -variedades, nichos, tecnología-; si hay empresas (exportadoras) involucradas, la articulación al mercado parece tener mejores efectos sobre pequeños productores. Se necesita tener una plataforma de articulación público-privada que visibilice las oportunidades, y que las estrategias de cadenas de valor agrarias sean parte de una maniobra mayor de desarrollo rural.

El estudio se enfoca en cadenas de agroexportación, pero no es descabellado entender que estas mismas ideas aplican para cadenas de valor nacionales también.

El balance de desigualdades (Burneo) es un repaso amplio de dos décadas de literatura, con varias observaciones. A medida que pasó el tiempo, muchos estudios dejaron de hablar de ruralidad para hablar de etnicidad, movimientos indígenas, conflictos, etc. El cambio ha sido en la autoclasificación temática de autores, al punto de que hay artículos que no emplean la palabra “rural” en ninguna parte.

No es lo único que ha evolucionado: la desigualdad inicialmente se enfocó en diferencias económicas, pero hoy abarca aspectos de calidad de vida y, recientemente, considera puntos territoriales y de articulación política e histórica.

Lo principal es algo que sabemos: hay brechas entre lo urbano y lo rural, pero también entre diferentes territorios. El Perú es diverso en todas sus formas.

Mireya Bravo hace el último balance sobre paisajes, cuya lectura es obligatoria para quien quiera hablar de lugares rurales en Perú. El concepto de “paisaje” incluye tácitamente a un observador, por lo que marca límites hasta dónde se puede ver. Sin embargo, si hablamos de un paisaje rural, involucramos aspectos culturales y tradicionales que no tienen límites. El paisaje al final es lo que ves, lo que representa (política/historia), la función que cumple y lo que significa (cultura). Las transformaciones del territorio usualmente llegan con cambios en las reglas de las relaciones que ocurren en esos mismos lugares. Es un ensayo lleno de pequeñas lecciones sobre la profundidad de una idea tan simple e intuitiva como el paisaje.

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