Vivimos en un mundo interconectado, donde lo que ocurre en otro país puede impactar directamente en nuestra vida. Sin embargo, muchos jóvenes peruanos desconocen hechos internacionales que podrían definir su futuro.
Por ejemplo, en México, por primera vez se elegirá por voto popular a jueces federales, incluida la Suprema Corte. Aunque se presenta como una democratización de la justicia, expertos advierten sobre la posible politización del poder judicial.
En Estados Unidos, el gobierno de Donald Trump ha impuesto sanciones a la Universidad de Harvard, prohibiéndole admitir estudiantes internacionales y congelando sus fondos federales, tras acusarla de tolerar violencia antisemita y tener vínculos con China. La medida, aunque suspendida temporalmente por un tribunal, pone en riesgo a miles de alumnos extranjeros, incluidos peruanos.
En Europa, la derecha y la extrema derecha avanzan en cada elección nacional y europea: Polonia, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos... El mapa político europeo se reconfigura, con posibles efectos en las políticas migratorias, laborales y educativas que afectan a migrantes latinoamericanos.
Estas noticias no son anecdóticas ni lejanas. Son parte del contexto global en el que vivirán los jóvenes peruanos. Sin embargo, muchos terminan la secundaria o incluso la universidad sin haber escuchado nada de esto. Están atrapados en la lógica de las pruebas estandarizadas, sin tiempo para entender el mundo real.
Hablar de educación integral sin incluir la comprensión del mundo contemporáneo es formar ciudadanos locales, quizá funcionales… pero desconectados.




