Hay un hecho extremadamente cuestionable que se está volviendo una costumbre en la caótica gestión de Pedro Castillo Terrores: jugar con las expectativas de las personas y colectivos que han depositado su confianza en el gobierno.

Ayer este espacio versó sobre la insensibilidad del Ejecutivo y el presidente al anunciar un presupuesto de 4 mil millones de soles para brindar tratamiento a niños con cáncer que solo fue una pantomima para elevar la alicaída imagen del mandatario y ayer, también, el ministro de Desarrollo Agrario (Midagri), Andrés Alencastre, dio a conocer, en RPP, que por tercera vez no se pudo concretar la compra de urea porque la empresa ganadora de la buena pro “ha abandonado sus propios criterios de contrato”.

Con esta nueva anulación, el grueso de hombres y mujeres del campo del país ya puede dar por perdido el año y la campaña agrícola 2022 - 2023 y ¿cual es la reacción del gobierno? Un bono y , nuevamente, la estrategia de la victimización.

Desde Cusco, el presidente aseguró que “manos negras y burocráticas en  ministerios” son las culpables de esta nueva muestra de ineptitud en su gestión y volvió a prometer que se entregará este fertilizante “cueste lo que cueste” y mientras esto ocurre, la llamada “segunda reforma agraria” está a punto de cumplir un año sin presentar resultados tangibles.

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