Keiko Fujimori ha dicho en Harvard que el trabajo de la Comisión de la Verdad y Reconciliación fue “positivo”, que es un primer paso para seguir investigando y avanzar a las reparaciones civiles y que acepta su diagnóstico. Veamos algunos puntos:

1. ¿Keiko acepta el diagnóstico de que los senderistas y emerretistas sean catalogados como “grupos alzados en armas” y no como “terroristas”?

2. ¿Keiko acepta el diagnóstico de que, a diferencia de lo ocurrido con los gobiernos de los ochenta, durante los dos gobiernos de Alberto Fujimori “se encuentra una relación funcional entre poder político y conducta criminal”?

3. ¿Keiko acepta el diagnóstico de que el gobierno de su padre no influyó de manera considerable en la derrota del terrorismo y que más bien “se apropió del éxito policial” porque las capturas realizadas hasta fines de 1992 fueron solo “la culminación práctica de las iniciativas contrasubversivas de los ochenta”?

4. ¿Keiko acepta el diagnóstico que ella misma admite que no recogió el testimonio de varios militares e incluso del propio cardenal Cipriani?

5. ¿Keiko acepta la cifra de casi 70 mil víctimas y la responsabilidad que se atribuye a las FF.AA. por un alto porcentaje de ellas?

6. ¿Keiko acepta el diagnóstico de que hubo “ejecuciones extrajudiciales” por los comandos “Chavín de Huántar” en el rescate de rehenes de la residencia del embajador del Japón y que dieron pie a su persecución judicial?

7. ¿Keiko acepta, por último, el diagnóstico sobre los hechos de los noventa que sirvió de basamento político para los cargos que le levantaron a su padre y que condujeron a su encarcelamiento, el mismo que ella considera injusto?

Si Keiko valida el diagnóstico de la CVR, vale que explique estos puntos, para claridad de sus seguidores y por mínima consecuencia.

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