GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Las respuestas del presidente Ollanta Humala, en el maratónico interrogatorio sobre la acusación de lavado de activos que recae sobre Nadine Heredia, solo trasuntan un afán de salvaguardar a su esposa de las denuncias derivadas de sus agendas.

El jefe de Estado ha sido muy tajante al afirmar que es el responsable del dinero que recibió el Partido Nacionalista entre 2006 y 2011, al ser el presidente del nacionalismo en esos años, desligando así a su esposa de toda responsabilidad, calificándola además como una simple encargada de un despacho de su partido. “Yo soy el 100% del contenido original, todo eso son disposiciones que he dado durante esos años (…) donde hay temas domésticos, hasta percepciones, expectativas, pensamientos, ideas políticas”, dijo Humala en su declaración ante el fiscal de lavado de activos, Germán Juárez Atoche.

Este mea culpa ha originado el pedido de varios congresistas de incluirlo en una ampliación de la actual investigación a Nadine Heredia por el delito de lavado de activos. Solo esperamos que este nudo de acusaciones no dilate las decisiones. Que no ocurra lo de casi siempre en el Perú, donde las comisiones de investigación se alargan vaya uno a saber hasta qué fecha.

Termina mal este gobierno, que nunca supo adónde ir y que al comienzo no supo cómo acumular fuerzas para producir el cambio que tanto prometió. Termina dañado el país, envuelto en un total desencanto por tantas irregularidades y un cansancio moral. Por supuesto, la gente -ese juez implacable-, la que otorga premios y castigos, ya se pronunció hace tiempo y fue lapidaria con el presidente Ollanta Humala.