El queso gruyere es conocido por sus agujeros, que desde luego no son percibidos desde fuera, pero su olor sí. La democracia peruana es como este queso, así ha quedado demostrado no por el fino y eficiente control del JNE, ONPE y RENIEC, sino de la prensa de investigación. No se sabe cuántos de los más de 40 partidos inscritos han presentado miles de fichas de inscripción no solo con firmas falsas, sino con una huella digital trucha de cientos de ciudadanos.
Primera pregunta: ¿Es esta una novedad o un viejo modus operandi de las mafias enquistadas en el sistema electoral?
Segunda: ¿Hemos elegido en la última década presidentes y congresistas de partidos que nunca debieron ser inscritos?
Tercera: ¿Ante esta evidencia de descomunal ineficiencia, sino de franca y escandalosa corrupción, tratará el fantasmal Gustavo Adrianzén al sistema electoral, como ha tratado a la Fiscalía de la Nación? ¿Le reducirá el presupuesto?
¿Hay democracia en el Perú? Si esto es democracia, entonces no necesitamos mesas de sufragio, elecciones. Para garantizar las elecciones y la democracia, al modo del Dinato (régimen de la Dina) solo harían falta unas toneladas de papel bond y falsificadores más o menos diestros (para que la cosa no sea tan monse y la descubra la prensa) Y punto… ¿Podríamos decir entonces, que ya tenemos resultados y solo nos faltan las elecciones?