Hace algunas semanas, un conflicto entre el compositor Carlos Rincón y la cantante Leslie Shaw, por porcentajes en derechos de autor de un tema musical y los respectivos permisos de ejecución y grabación del mismo, desató una serie de enfrentamientos que ha llegado hasta los terrenos legales. Como en toda confrontación, hay dos versiones, dos posiciones en disputa que apelarán a todos sus recursos para zanjar el tema, pero, definitivamente, lo recomendable es que cualquiera de los protagonistas no pierda los papeles en el camino. En estos tiempos, en los que la actual industria de entretenimiento es cada vez más competitiva y en ciertos casos, absolutamente estresante y agresiva, quienes se encuentran dentro de este mundo, sin negar su personalidad, y propuesta, no deben ir como kamikazes por allí disparando gratuitamente contra quienes no los agreden. A Leslie Shaw, siempre le hemos aplaudido sus progresos, sus logros a nivel internacional como producto de un trabajo sostenido, que le ha costado mucho esfuerzo, pero en estos tiempos pareciera que anda buscando la confrontación gratuita. Desde que acuñó esa popular frase: “hay niveles”, que usó para descalificar a sus colegas que supuestamente no estaban a su altura para compartir escenario, la cantante dejó de lado la empatía y la buena convivencia. Imagínense a Shakira, la máxima estrella en el mundo, apelar al criterio de Shaw para elegir con quien grabar colaboraciones, que en los últimos tiempos ha incluido a artistas jóvenes como Rauw Alejandro, Karol G. Y no se trata de que una artista no puede opinar o decir lo que no le gusta, o defienda con firmeza su propuesta artística, de eso no estamos hablando. Una cosa es decir: “no estoy de acuerdo con los covers, no me agradan”, a declarar: “los artistas que hacen covers no tienen mi respeto, para nada”. Allí la artista, descalifica, agrede gratuitamente, porque en la historia de la música hay verdaderas joyas que fueron productos de un cover. Para su información, la gran Barbra Streisand, a sus 83, ha lanzado un álbum de duetos en los que hace covers de clásicos de Roberta Flack y Paul McCartney. Esperamos que Leslie Shaw, baje sus revoluciones, que ese ímpetu y energía, los lleve a los escenarios y no los use para la bronca, que no le suma, al contrario, le puede generar situaciones insospechadas.