Las noticias nacionales y extranjeras recientes sobre el caso “Lava Jato”, con información fresca sobre los actos de corrupción de empresas brasileñas en la región, a la vez de tratarse de un verdadero reto para nuestro sistema judicial y el Ministerio Público, puede convertirse en la oportunidad para mejorar la capacitación de nuestros jueces y fiscales ante futuros hechos similares, de mayor o menor envergadura.

La tarea del Ejecutivo, además de facilitar los medios necesarios a la judicatura y Fiscalía, es continuar con las labores propias de se gestión a pesar de la tormenta mediática. La falta de atención en los temas que importan, la lentitud e indecisión serían síntomas que terminarían por complicar la gobernabilidad a mediano plazo.

A pesar de la actualidad del caso “Lava Jato”, el Presidente de la República y su Consejo de Ministros deben esforzarse en comunicar a la ciudadanía los avances en la implementación de sus políticas públicas, dando solución a los problemas que encuentren en el camino.

Un gobierno debe cumplir su papel y propósitos a pesar de la coyuntura, las diversas circunstancias pueden moderar los modos de tomar y ejecutar las decisiones políticas, pero nunca su paralización; el ejercicio del poder no es estático sino dinámico, siempre ocupa espacios vacíos. 

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