El fenómeno de 1997/1998 tuvo resultados lamentables para Trujillo y distritos. Los días 9 y 10 de febrero de 1998 se embalsó, producto de las lluvias, cerca de 400 mil metros cúbicos de agua en las quebradas San Idelfonso y Río Seco en Mampuesto, teniendo como detonante el huaico que vino hacia Trujillo al día siguiente.

Fue un hecho que tuvo resultados lamentables para Trujillo, urbanizaciones, barrios y los distritos de El Porvenir, Florencia de Mora y Víctor Larco. Solo en Huerta Grande, en los jirones Comercio y Minería, se destruyeron 25 casas de adobe.

En la Municipalidad de Trujillo se formó en 1997 una comisión especial para evaluar el evento climático que se avecinaba, dando su informe el 13 de agosto de 1997 y el documento -expuesto en sesión extraordinaria- tuvo conclusiones premonitorias y puntualizaba que las zonas afectadas serían: Huanchaquito por la quebrada de El León; Florencia de Mora, El Porvenir y Trujillo por la quebrada de San Idelfonso y Río Seco; y Laredo por la quebrada de San Carlos y Caballo Muerto. Todos estos puntos se identificaron, pues por cualquiera de ellos podría venir un posible huaico. Se pudo evitar las consecuencias del desembalse de Mampuesto que inundó Trujillo de habérsele dado importancia al informe edil.

Es necesario que las autoridades recurran al archivo de informes municipales para que tengan una idea de lo sucedido, y en cierta forma se puedan morigerar las consecuencias del fuerte fenómeno que se anuncia. Allí debe estar la identificación y empadronamiento de las familias asentadas en los cauces de ríos secos que hicieron construcciones con aprobación del Estado (municipios) y con créditos dados por Enace. Todo se originó por las desacertadas decisiones de algunos alcaldes que -por ganarse algunos votos- promovieron ocupaciones de terrenos sobre cauces de canales de riego y quebradas. Seguimos sin encontrar la solución a este efecto natural letal.

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