El reciente golpe a la banda criminal dedicada a préstamos gota a gota en Cañete resalta el arduo trabajo de la Policía Nacional del Perú (PNP) en la lucha contra la delincuencia y la criminalidad. Sin embargo, este éxito se ve empañado cuando la justicia no cumple su rol. La liberación de los 13 presuntos criminales por el Ministerio Público, pese a las evidencias en su contra, es alarmante.

Este caso pone en evidencia la ineficacia del sistema judicial y la necesidad de investigar al fiscal que ordenó la liberación.

La inseguridad que vivimos tiene una dimensión transnacional, donde el crimen organizado internacional se aprovecha de nuestras vulnerabilidades. La seguridad nacional está en juego. Es necesario un sistema de justicia sin corrupción, capaz de garantizar que los delincuentes sean llevados ante la justicia y permanezcan tras las rejas.

La investigación al fiscal responsable es necesaria para restaurar la confianza en nuestro sistema de justicia y sus instituciones. No podemos permitir que la impunidad desperdicie los esfuerzos de Policía Nacional del Perú, que siempre pone en riesgo su vida por nosotros. El sistema judicial debe proteger a los ciudadanos de bien y castigar a los criminales, actuando siempre con integridad y transparencia.

Es necesario una colaboración estrecha entre las fuerzas del orden y el sistema judicial para garantizar la seguridad. La falta de coordinación y diligencia en la aplicación de la ley solo favorece a quienes buscan quebrantar el orden y la paz.