Que el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta General de la República del Congreso, José Alberto Arriola Tueros, tenga US$71.950 y S/33.570 sin bancarizar y escondidos en diversos rincones de su vivienda genera más de una duda que debe ser absuelta con celeridad por el mismo parlamentario. La primera, como es obvio, es dilucidar si estos montos hallados, durante el operativo “Los Pequeños II”, por representantes de la Fiscalía y agentes de la Diviac de la PNP en una mochila en el cuarto de su hijo y debajo del colchón del también vocero de la bancada de Acción Popular, son de origen lícito.La siguiente pregunta a resolver es qué tan respaldado se puede sentir un parlamentario para que, pese a saberse investigado por pertenecer a una presunta organización criminal en el denominado caso “Los Niños”, siga teniendo estos montos dentro de su vivienda.Urge que la ciudadanía reclame y exija respuestas a quien llevó al Congreso de la República a Arriola Tueros, que postuló con el N.°1 de Acción Popular por Lima, y a los otros personajes que fueron allanados por vender sus votos para respaldar a un gobierno corrupto a cambio de prebendas.También es necesario que el propio Congreso tome una decisión respecto a estos parlamentarios cuestionados porque, como dijimos en el Editorial de ayer, con su silencio  solo pierden legitimidad.

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