La Navidad es el acontecimiento más trascendente de la cristiandad y su envergadura, ha concitado la atención mundial a través de los tiempos. El nacimiento de Jesús fue el punto de quiebre de la sociedad internacional del mundo antiguo, marcando cronológicamente el antes y el después para toda la civilización occidental y de otras partes del planeta por eso Jesús de Nazaret hoy miércoles 25 de diciembre, cumple 2019 años de edad. Aunque no hay credo más importante que otro pues todas las religiones son importantes para sus fieles, resulta incuestionable que el cristianismo es la más transversal de todas. Lo voy a explicar. Jesús, más allá de ser Dios y hombre para los católicos, fue el mayor revolucionario de la humanidad de su época, y su inobjetable protagonismo se hizo visible en un mundo donde la desigualdad -esclavitud- entre las personas fue legitimada formando parte de la normalidad de aquella sociedad a la que cuestionó y enfrentó proclamando la igualdad entre los hombres, e insertando en el pensamiento internacional, los conceptos de amor al prójimo y la caridad, totalmente ausentes en la escala axiológica de la sociedad en que nació y vivió. Con Roma como hegemón del mundo antiguo donde la región de Judea quedó convertida en una provincia del poderoso Imperio, Jesús vino al mundo en un pesebre, legando a los pueblos la humildad, otro valor también inapreciable en su tiempo. La Navidad, ingresó al derecho internacional siendo apreciada como el mejor momento para la paz, coadyuvando a promover las treguas y el final de las guerras, de allí que en medio de una historia internacional determinada por el conflicto como regla, constituyó un tiempo no solo de formidable contexto para el perdón y la reconciliación, sino, además, para la negociación político-diplomática, para la gracia y el indulto. Ese fue su mayor aporte jurídico internacional.