El Congreso acaba de aprobar el presupuesto para la compra de 24 cazas nuevos de última generación para la Fuerza Aérea del Perú (FAP). Esta decisión forma parte del presupuesto fiscal para 2025 y representa una inversión de aproximadamente 3,500 millones de dólares. Esta adquisición busca modernizar y fortalecer la capacidad de defensa del país.

Por lo tanto, la adquisición de nuevos cazas es una medida estratégica disuasiva. El Ministerio de Defensa ha destacado que la compra de estos aviones de combate, es crucial para mantener la soberanía nacional e integridad territorial, una misión que la Constitución encarga a las Fuerzas Armadas.

Estos cazas permitirán a la FAP mejorar su capacidad operativa y responder efectivamente a cualquier amenaza. La renovación de la flota contribuirá, sin duda, a mantener la estabilidad regional y demostrará el compromiso del Perú con su defensa nacional.

De igual manera, los convenios entre Perú y Corea del Sur sobre la adquisición de armamento son muy beneficiosos, pues permiten modernizar al Perú y sus Fuerzas Armadas, reduciendo así la dependencia tecnológica, más allá de que estos tratos promueven la transferencia de conocimientos, la generación de empleos y fortalecimiento de la industria de defensa.

Estos convenios representan un paso significativo hacia una industria moderna e independiente, con un impacto directo en la seguridad del país. Este apoyo mutuo implica además un compromiso crucial con la defensa, el desarrollo y el fortaleciendo de las relaciones diplomáticas. Positivo por donde se mire.