Fuera de Lima, al margen de la inseguridad ciudadana, una de las mayores preocupaciones de la población son las lluvias, huaicos e inundaciones. En la últimas horas algunas zonas del país están en emergencia por la destrucción y muerte generadas por los fenómenos naturales.

En medio de un aumento constante de las precipitaciones y con la amenaza latente del Fenómeno del Niño, el Gobierno se encuentra aparentemente desconcertado. ¿Dónde están los radares de lluvia que se prometieron para este año? ¿Dónde se encuentran los esfuerzos de prevención? Lo más preocupante es que los conflictos internos en el seno del Gobierno lo han paralizado, dejándolo sin capacidad para cumplir con su promesa de brindar un servicio efectivo a los ciudadanos peruanos.

La mayoría de la gente son conscientes de esta parálisis gubernamental. No es sorprendente que, según la última encuesta de Datum, el 69% de los peruanos considere que el gobierno nacional no ha tomado medidas preventivas adecuadas para hacer frente a la inminente llegada del Fenómeno del Niño.

En este escenario, la sensación de desamparo y la falta de acción por parte de las autoridades generan una profunda preocupación. Es imperativo que el Gobierno despierte de su letargo y canalice sus esfuerzos hacia la protección y salvaguardia de la vida y la propiedad de los ciudadanos.

TAGS RELACIONADOS