Queda a los peruanos estar muy atentos con el rol que cumpla hoy la Policía Nacional del Perú (PNP) durante la marcha de aliados del inepto y corrupto gobierno de Pedro Castillo, llamada “la toma de Lima”, pues lamentablemente dicha institución ha sido capturada por el régimen a través del ministro del Interior, Willy Huerta, y de generales que según el Ministerio Público, han pagado por los galones que llevan en los hombros.

Durante muchos años, desde este espacio defendió el trabajo de los buenos policías y cuestionó a los políticos y politicastros que han querido avasallar a la Policía Nacional. Sin embargo, desde que empezó el gobierno del profesor Castillo, queda claro que gran parte de la institución se ha puesto al servicio del régimen cuyos rostros son visibles son Aníbal Torres, Bruno Pacheco, Juan, Silva y ministros del Interior de la vergüenza como Alfonso Chávarry y el actual Huerta.

Muestra de esto lo vimos el sábado pasado, en que la PNP sacó sus caballos para agredir y provocar a ciudadanos que marchaban de forma pacífica contra el gobierno. ¿Cómo se portarán hoy que saldrán los aliados de su jefazo Castillo? ¿Les pondrán alfombra roja a pesar de la violencia anunciada? ¿Intervendrán si se desata la violencia o mirarán a otro lado? ¿Escoltarán hasta las puertas del Congreso a quienes reivindican al Movadef?Ahora que hablamos de la PNP, sería bueno saber si tras la denuncia de irregularidades en los ascensos del año pasado y la compra de galones de generales en medio de sospechosas visitas a Palacio de Gobierno de algunos coroneles, alguien ha sido al menos suspendido en sus funciones. Es evidente que no ha pasado nada. Todo sigue igual. Esa es la policía que tenemos hoy, la que amarra los zapatos a Castillo, la que deja que el premier Torres los insulte.

Y mientras la PNP anda a órdenes de Castillo y su ministro Huerta que ayer fue recibido con bastante “cariño” por los sufridos pacientes y familiares en el Hospital de Policía, en las calles la inseguridad sigue imparable por más que nos han salido con el cuento del estado de emergencia. Es el “gobierno del pueblo” que no hace nada ni por impedir que a la gente más necesitada le roben y hasta la maten por el teléfono celular que con tanto esfuerzo paga.