La protección de los datos es esencial en nuestros tiempos en que se han convertido en la materia prima que mueve la economía mundial. La información que ponemos en plataformas como Facebook, Tiktok o Instagram, es la que las grandes empresas y gobiernos extraen de la huella que vamos dejando por el uso de la internet. Nos pertenece, pero la entregamos sin preocuparnos a qué manos irá a parar y cuál será el uso que se le dará, que puede ser publicitario, de conducción al consumidor o al elector. También puede ser usada para elaborar perfiles psicológicos que empleadores, bancos o el mismo Estado pueden usar para negarnos un préstamo, el acceso a un trabajo al que estamos aplicando o el servicio o ayuda pública a la gente que lo necesita. Proteger los datos garantiza la seguridad, privacidad personal y derechos de las personas y organizaciones. Previene los fraudes y robos de identidad. Hace unos días celebramos en el Perú y en el mundo el Día universal de la protección de los datos, fijado para el 28 de enero y creado por el Consejo de Europa para generar concienciar y sensibilizar a las personas y empresas sobre sus derechos y responsabilidades en la gestión de los datos. No hay que olvidar que el Viejo Continente es en este momento el líder de la protección de los usuarios frente a la gran revolución tecnológica. Es el único bloque que se preocupa por regular y defender derechos y libertades en el mundo digital virtual frente a las grandes potencias en pugna por la tecnología y la inteligencia artificial. Nada funciona sin datos y nosotros somos los proveedores. En el Perú tenemos un excelente reglamento que replica al europeo. Nos toca conocerlo y defenderlo.

TAGS RELACIONADOS