“¿Y si el problema no está donde todos miramos? Discutimos sobre educación y no sobre el aprendizaje. Hablamos de seguridad y no de la violencia. Nos indignamos por la corrupción, pero no por la cultura que la normaliza. Muchos de nuestros “grandes problemas” son síntomas, y las soluciones a causas profundas, son superficiales. “Queremos contener el oleaje sin mirar el fondo del mar.” Así, comienza la reflexión que Gonzalo Galdos, presidente de IPAE, comparte en un post de LinkedIn, señalando que lo único visible del iceberg es la punta, pero que lo que importa, lo que transforma, esta debajo. Pensar “sistémicamente”, concluye, no es complicarse, es conectar el efecto con la verdadera causa; es entrenar la mirada para ver patrones, no solo eventos; es liderar desde el todo, no solo desde la urgencia, porque mientras sigamos arreglando “síntomas”, el sistema seguirá fabricando el mismo problema”.
Esta brillante reflexión, encauza magistralmente el propósito y el fin con el que hemos construido cada sesión y cada detalle del programa que acompañará la próxima CADE EJECUTIVOS 2025 que celebraremos en Lima del 4 al 6 de noviembre próximo. El Perú no necesita más diagnósticos, no necesita más quejas, necesita enfocarse en solucionar los problemas desde sus raíces y no solo desde sus síntomas. En la Conferencia Anual de Ejecutivos hablaremos de educación, pero también de la esencia del aprendizaje; hablaremos de seguridad, pero también de las causas de la violencia; hablaremos de aquellos valores de la justicia que necesitamos preservar en nuestra sociedad para tener una vida civilizada que este a la altura de nuestras esperanzas. Defender la democracia, defender las libertades de los seres humanos, encauzar nuestras energías para conectar el efecto de nuestros problemas con sus verdaderas causas estructurales, es lo único que podrá ofrecernos una perspectiva adecuada para dejar de liderar desde la urgencia, comprometiéndonos a arreglar y contener el oleaje, pero mirando el fondo del mar. Finalmente, como decía Charles Kettering, investigador y empresario estadounidense hace más de cien años atrás, un problema bien planteado es un problema medio resuelto.