El objetivo de toda organización comunista (como el partido Perú Libre del candidato Pedro Castillo) es tomar el poder para imponer la revolución marxista. Lo hagan a través de la lucha armada (en Camboya, Vietnam del Norte o Cuba) o a través de las urnas (en España, con el Frente Popular, en 1936, Chile, con la Unidad Popular, en 1970 y Venezuela, con Hugo Chávez en 1998) siempre pretenderán quedarse, porque es consustancial a su ideología.

El candidato Castillo declara, en segunda vuelta, que respetará la Constitución. Eso no lo hará porque también anunció que convocará a un referéndum para proponer una Asamblea Constituyente con el objetivo de promulgar una nueva Constitución.

Los comunistas no cumplen sus acuerdos. En España, el Frente Popular (conformado por comunistas, socialistas y anarquista), para las elecciones de 1936, plasmó un manifiesto de tenor moderado; sin embargo, los seguidores del líder de izquierdas Largo Caballero (quien declaró que si las derechas ganaban las elecciones se irían a la guerra civil abierta) habían reivindicado la nacionalización de la tierra, la disolución del ejército y de todas las órdenes religiosas con incautación de sus propiedades.

En Chile, Salvador Allende, fue elegido presidente por el Congreso, por un acuerdo político de su partido la Unidad Popular (UP) con la Democracia Cristiana (DC) a cambio de que los partidos de izquierda que conformaban el conglomerado de la UP, den garantías constitucionales de que respetarían el sistema democrático. Ya en el poder, decide poner en práctica una reforma muy cuestionada del sector industrial y comercial interviniendo empresas, impulsando la estatización de la banca, y negándose a movilizar a las fuerzas del orden para repeler la toma de fundos agrícolas.

En Venezuela, país en el que Hugo Chávez gobernó hasta su muerte, en el 2013, y su partido sigue gobernando con Nicolás Maduro. Esto no requiere de referencias históricas, pues el drama que vive por la instauración de socialismo del Siglo XXI lo sufren actualmente y sus consecuencias repercuten en nuestro país que ha recibido mas de un millón de migrantes venezolanos.

El Perú, con un gobierno del partido marxista, leninista, maoísta Perú Libre, como lo ha descrito su fundador Vladimir Cerrón, corre el peligro de caer en la revolución a través las urnas. Solo el voto consciente e informado de los peruanos podrá evitarlo.