Si bien los medios de comunicación no definen cómo se debe “pensar”, sí manipulan claramente los temas en los que los lectores u oyentes pueden pensar.

Es fácil encontrar una misma noticia, redactada de forma sesgada en distintos medios, inclinando la verdad hacia alguna ideología en particular. Hemos pasado de algunas dictaduras sin información (o con información bajo control) a una liberación de la información con sobre abundancia, mucha de ella contaminada en algunos casos, con medias verdades o incluso con mentiras o con silencios abrumadores.

Mario Vargas Llosa señalaba años atrás que “no hay mejor manera de medir el grado de libertad de un país que consultando su prensa” y en lo que atañe a nuestro país, la libertad salta a la vista con las variadas formas de presentar y “envasar” la noticia local diariamente.

China, el gigante asiático que hoy mira la región de América Latina como estratégica, está invirtiendo enormes sumas de dinero en distintos rubros (puertos, energía, etc).

En el 2023 China representó el mayor destino de exportaciones tradicionales peruanas, con más de 23 mil millones de dólares (monto casi tres veces mayor al exportado hacia Estados Unidos). A pesar de ello y de que nuestra actual mandataria, quien por la vía democrática y constitucional asumió las riendas de la conducción del país después del fallido e írrito intento de golpe de Estado por parte de su exsocio de plancha presidencial, Pedro Castillo, se encuentra junto al canciller del Perú y un grupo de ministros realizando una importante visita de Estado a nuestro principal socio comercial, los medios de prensa nacionales se ocupan poco o nada de destacar este esfuerzo diplomático.

Así, mientras la presidenta del Perú realiza una importante visita y gira al gigante asiático, participando de imponentes ceremonias de recepción y suscripción de importantes acuerdos comerciales, al lado del líder de uno de los países mas poderosos del mundo y primer socio comercial del Perú, recibiendo las mayores muestras de respeto y recepción diplomática, las portadas de los diarios locales omiten informar sobre este tema, haciendo verdadero alarde de lo que podría constituir la verdadera tiranía de la desinformación.