En lo personal y por principio, no estoy de acuerdo con la prisión preventiva porque rompe con la presunción de inocencia y porque en los últimos años ha sido usada por ciertos fiscales y jueces según sus preferencias políticas. Sin embargo, en el caso de Martín Vizcarra no quedaba otra alternativa que encerrarlo hasta que salga su sentencia por el caso Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua debido, principalmente, a que no tenía arraigo laboral y contaba con facilidades para fugar en cualquier momento.

Vizcarra es un impresentable y un cínico que hacía campaña electoral cuando tenía encima tres inhabilitaciones para ejercer cargos públicos y había sido eliminado del padrón de su propio partido. Además, se quería hacer el gracioso pese a cargar con sus espaldas con miles de muertos por COVID-19, mientras se vacunaba a escondidas, todo esto al mismo tiempo que trataba de hacerle creer a los incautos que era un “perseguido político” a pesar de las evidencias que existen de que se trata de un vil coimero.

Pero más allá de simpatías o antipatías respecto a su lamentable conducta y su constante burla a los peruanos, el Poder Judicial ha considerado, con excelente criterio, de que antes de que se escape del país como César Hinostroza, Michael Urtecho, Vladimir Cerrón, Nadine Heredia, su hermano Ilan y los ladrones de la Línea 1 del Metro de Lima, se vaya a la cárcel, con lo que sin duda se acabó la “buena estrella” de este sujeto que desde el año 2020, cuando se supo de las coimas recibidas, no había pisado un penal ni por un minuto.

Además, por la mitad de todo lo que se sabe de Vizcarra, hay otros personajes de nuestra política que se han ido a la cárcel sin aún recibir condena. Más bien no se entendía por qué tanta “mano blanda” de fiscales y jueces hacia este sujeto que esta misma semana estuvo en la isla Chinería, frontera con Colombia, haciendo cuestionable proselitismo. Bastaba con que cruce el río Amazonas, pase a dicho país o a Brasil y adiós para siempre. Hubiera sido otra burla más a la justicia y a los peruanos.

Dudo que Vizcarra vuelva a ver la luz de la libertad en muchos años, pues es un hecho que lo van a condenar. Las evidencias no son solo contundentes, sino hasta escandalosas. Incluso lo han descrito metiéndose un fajo de dólares en el bolsillo interior del saco. Sin duda desde el miércoles último al aire político con miras a las próximas elecciones está más limpio y respirable, pues ya no hace campaña un triste personaje que pedía el voto a pesar de que no podía ser candidato. Farsante hasta el final.

TAGS RELACIONADOS