El panorama se presenta complicado ante el incremento de contagios de COVID-19 y es de esperarse que el gobierno el presidente Francisco Sagasti esté tomando las medidas del caso para afrontar la nueva crisis sanitaria que por estos días ya se manifiesta con la escasez de camas UCI en los hospitales públicos de diferentes ciudades del país.

Ya no vale culpar ni al pésimo manejo que tuvo el gobierno del vacado Martín Vizcarra ni a la crisis propia de su salida del poder. Es de esperarse que el Sector Salud que tiene al frente a la ratificada ministra Pilar Mazzetti, esté haciendo lo suyo para evitar una nueva avalancha de contagios y fallecidos. Esta vez no hay pretextos para dejar a los peruanos a su suerte.

¿Tendremos los suficientes lotes de pruebas moleculares para los descartes? ¿Se ha gestionado el abastecimiento de oxígeno para los afectados? ¿Estamos ya en condiciones de hacer seguimiento a los casos positivos a fin de evitar más contagios? ¿Habrá más camas UCI? ¿Los servicios de atención primaria en salud ya están operando?

Los peruanos hemos sido brutalmente por la pandemia y sería imperdonable que eso vuelva a suceder. La nueva administración no puede cometer los mismos errores que han producido la muerte de más de 37 mil peruanos, según el último reporte del Ministerio de Salud, mientras nadie controla a las miles de personas que salen a reuniones y a hacer compras de fin de año.

La necesidad de una buena gestión ante la pandemia es inmensa.