Cada año, al conmemorarse el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST), se renueva la reflexión sobre cómo reducir los accidentes laborales. En Perú, un país con sectores críticos como la minería, la construcción o la industria manufacturera, esta tarea cobra especial relevancia. La prevención efectiva, más allá de normas y regulaciones, demanda un liderazgo empresarial comprometido e involucrado con la seguridad.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las empresas donde los líderes asumen visiblemente su compromiso con la seguridad presentan hasta un 30% menos accidentes laborales. En línea con ello, SUNAFIL identifica que una causa común detrás de muchos accidentes graves es precisamente la ausencia de liderazgo preventivo real y constante por parte de la alta dirección.
La accidentabilidad laboral no solo afecta la salud y vida de los trabajadores; también genera pérdida de credibilidad en trabajadores, accionistas, gobierno, clientes y proveedores. Esta pérdida de confianza impacta de inmediato en el valor de la empresa, erosionando su reputación y disminuyendo su competitividad.
Por eso, resulta urgente que líderes y directivos transformen las declaraciones formales en acciones concretas y visibles. Cuando el liderazgo promueve activamente la seguridad laboral, impulsa una cultura organizacional donde la prevención es auténticamente prioritaria. El compromiso gerencial, reflejado en presencia constante, asignación adecuada de recursos y reconocimiento a buenas prácticas, es clave para lograr resultados efectivos.
En este Día Mundial, invito a dueños, directores, y gerentes a asumir una postura decidida por la seguridad, reconociendo que un liderazgo auténtico y activo en prevención no solo salva vidas, sino que también protege y potencia el valor integral de las empresas peruanas. Este compromiso será decisivo para consolidar organizaciones más seguras, responsables y exitosas.