Sería ridículo hacer un escándalo e indignarse por el dinero que destina el Estado de los recursos de todos los peruanos para dar de comer a los 130 congresistas en sus días de trabajo, si es que el Poder Legislativo no estuviera plagado de sinvergüenzas, pillos y hasta delincuentes que como es lógico por sus conductas, poco o nada aportan al país y a los ciudadanos que cometieron el gran error de elegir a la mayoría de ellos.

El dominical Cuarto Poder ha señalado que el Congreso alista una licitación por 1,6 millones de soles hasta el 2026, para dar desayuno, almuerzo y cena, además de extras, a los congresistas en los días de pleno, trabajo en comisiones y junta de portavoces, como si su labor fuera relevante para el país, como si muchas de las normas que emiten no fueran en favor de ellos o de sus líderes, como si entre los beneficiados no hubiera “niños”, “mochasueldos”, acusados de violación y quienes los blindan.

Entendemos a quienes se indignan con esta noticia, pues gracias a la Mesa Directiva que preside Eduardo Salhuana, del partido de César Acuña, los peruanos tendríamos que darle de comer a quienes en su mayoría han defraudado a un país con 7% de su población con deficiencias alimentarias.

¿Por qué cada quien no se paga su comida como lo hacen el común de los peruanos que salen todas las mañanas a trabajar? ¿Qué privilegio tienen los congresistas? Es momento que se dejen de burlar de los ciudadanos.