​Lo que la segunda vuelta nos dejó

Mañana será otro día, a cruzar los dedos para que se acabe la polémica que nos dejó esta segunda vuelta presidencial, los resentimientos, los dimes y diretes, las broncas. ¿Si a raíz de los resultados se generarán nuevos enfrentamientos? Ese es otro cantar, para qué adelantarse a los acontecimientwos. Lo real y contundente es como, en esta suerte de guerra entre unos y otros por sus respetables preferencias políticas, el aparentemente frívolo mundo de la televisión no fue ajeno a esa tendencia que empezó en las redes sociales y terminó con fuertes declaraciones de algunos de sus representados dejando a su paso muertos y heridos. Karina Calmet, Isabella de la popular serie Al fondo hay sitio, se llevó por méritos propios el primer lugar en la lista de las figuras de la pantalla chica que más polémica generó en las redes y encendió la pradera en Twitter cuando emplazó al periodista Augusto Thorndike cuestionando el rigor periodístico de un informe en Cuarto Poder. Un pequeño detalle. El programa es del mismo canal en el que ella trabaja. Cómo que no era muy prudente pronunciarse, pero, en fin, cada uno es dueño de lo que dice y escribe. La respuesta no se hizo esperar generando más controversia, “el gringo” se defendió y apeló a todas las armas. Para empezar, un nuevo capítulo de esta telenovela más sabrosa que la serie que produce Efraín Aguilar, Mónica Sánchez, la dulce Charito de la historia, no lo pensó dos veces ante una pregunta de Juliana Oxenford sobre su colega Calmet y dijo: “Soy una demócrata y, como tal, así como yo defiendo la libertad, tengo que respetar la libertad de otro. No estoy de acuerdo con las intolerancias y pequeñeces mentales que son dilemas de otros”. Acto seguido, a Isabella se le salió lo Maldini y no tardó en responder: “Una ‘demócrata’ que defiende sus ideas a gritos e insultos en maquillaje y producción... ¿lo cuento?”. Ay, mamita, y eso que ambas trabajan hace ocho años en la serie y tienen que verse todos los días. Pero esa es solo una muestra de cómo polarizó este balotaje a todos, y mucho más a los líderes de opinión porque la bronca entre periodistas fue sabrosa en algunos casos, pero en la mayoría llegó hasta el insulto. Es hora de la calma, de bajar las revoluciones, violencia verbal es lo menos que queremos, a esperar la decisión del pueblo y, a partir de allí, a replantear estrategias. El Perú no es Al fondo hay sitio, es muchísimo más.