El golpista Pedro Castillo ha demostrado nuevamente que su especialidad es emplear delirantes argumentos para justificar sus ilegales actos, que han llevado al Perú a la violencia y el caos. Su última movida ha sido la de presentar un recurso ante el Poder Judicial para que lo restituyan como presidente, una decisión que contribuye a caldear más los ánimos en el país.

Parece que el expresidente cree que la primera víctima en toda esta crisis a la que nos precipitó es la memoria. Todos sabemos que es Castillo el principal responsable de la terrible situación por la que atraviesa el Perú. Así que suponer que la gente no tiene memoria es un craso error. En vez de hacer de este revés una fuente de formación y autocrítica, el exmandatario actúa como si nada hubiera pasado.

Es una obviedad decir que su intento de romper el orden constitucional y el estado de derecho nos ha llevado a esta realidad en el que la economía se viene a pique y el país se desangra. No en vano, el 69% de peruanos estima que las protestas han afectado (53% mucho y 16% algo) su economía, según la última encuesta de IEP.

Lo cierto es que no hay medidas milagrosas para resolver este grave problema. La única salida a esta emergencia es que el Ejecutivo y Legislativo concreten un gran entendimiento político para adelantar las elecciones. Ojalá que en las próximas horas esa decisión esté al alcance de la mano.