La violencia generada por delincuentes y vándalos que aprovecharon los reclamos pacíficos de los arequipeños tras el golpe de Estado de Pedro Castillo, su vacancia y la asunción de Dina Boluarte a la Presidencia de la República, han metido a Arequipa en un agujero negro que implica la suspensión de vuelos comerciales nocturnos, la escasez de combustible y un daño millonario a las actividades comerciales.

El ataque de grupos vandálicos al aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón ha dañado los equipos que permiten operar durante la noche. Se estima que reparar esto demorará al menos un mes. ¿Quién responde por esto? Una cosa es protestar y otra causar destrucción que daña a todos los ciudadanos que necesitan movilizarse y que viven de la llegada de turistas.

La violencia ha originado que hoy en Arequipa esté vigente un toque de queda que rige desde las ocho de la noche hasta las cuatro de la mañana, lo que es un golpe brutal a las actividades comerciales que trababan de recuperarse tras la pandemia. ¿Qué dicen de esto los azuzadores de los ataques a la propiedad pública y privada?

Otro problema es que los bloqueos en las pistas están impidiendo el normal abastecimiento de combustible en la Ciudad Blanca.

En Correo insistimos en que una cosa es salir a protestar porque no se está de acuerdo con tal o cual situación, y otra muy distinta es atacar y destruir. ¿Y a todo esto, qué dicen los congresistas por Arequipa? ¿Los que provienen de la izquierda, sacarán para por los ciudadanos o seguirán generando violencia desde sus escaños?