En año 2017 el Ministerio de Cultura conformó una comisión encargada de proponer los lineamientos que servirían de guía para el desempeño del Lugar de la Memoria (LUM). La integramos diez miembros, de los cuales cuatro representábamos al Estado, dos a las asociaciones de víctimas y cuatro a la sociedad civil.

La comisión presentó su trabajo en mayo 2018, aprobando por mayoría cinco lineamientos y no aprobando la solicitud del sector Defensa para incluir un sexto lineamiento denominado “Memorias de la defensa de estado de derecho”, que sólo tuvo dos votos a favor. Entre los que votaron en contra estuvieron los sectores de Interior, Justicia y Cultura.

Dicho lineamiento tenía como objetivo contribuir a hacer comprender a las nuevas generaciones cómo se afrontó la violencia terrorista desde el Estado en el contexto de sus responsabilidades constitucionales y los efectos que causó en la sociedad peruana. Adicionalmente se solicitó que un representante del sector Defensa integrara en forma permanente el equipo curatorial del LUM, lo cual no fue atendido por el sector responsable.

Ante la desaprobación, el suscrito, en señal de disconformidad, no suscribió el acta final presentada en mayo 2018 a la ministra de Cultura, Patricia Balbuena.

El guion del LUM sigue la línea conceptual trazada por el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), y a lo largo del mismo se evidencia con meridiana claridad, la perversa intención de poner al mismo nivel los asesinatos, atentados contra la propiedad pública y privada, así como las violaciones de los derechos humanos causadas por los terroristas en contra del Perú para cumplir su objetivo de la toma del poder por la vía violenta e imponer la llamada República Popular de Nueva Democracia, frente a la defensa dispuesta por tres gobiernos democráticos de hacer uso legítimo de la fuerza que le confiere la Constitución y las leyes para proteger a la Nación.

Preguntémonos qué sería del Perú si no hubiéramos vencido a los delincuentes terroristas con acciones armadas, donde la excepción fueron los excesos que cometieron algunos de sus integrantes.

Luego de más de cinco años, el señor alcalde de Lima ha expresado públicamente en una ceremonia en el distrito de Miraflores, donde se encuentra el LUM, la necesidad de subsanar esta aberración histórica, lo cual sería un hito importante en el renacer del Perú por la senda de la libertad y la democracia.

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