Hallándonos a un mes de la XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se realizará en Andorra, un principado soberano, ubicado en el corazón de los Pirineos, las montañas que separan a España de Francia, la noticia de la confirmación de la presencia en esa importante reunión de mandatarios del dictador Nicolás Maduro, solamente puede entenderse como una burla ciclópea a la democracia, y el mundo con Iberoamérica a la cabeza, que ha descubierto esta ignominia, debe desbaratar tremenda osadía solamente producida por cretinos con poder político temporal.

En efecto, para que el gendarme y de facto gobernante chavista pueda asistir al mega encuentro iberoamericano, no resultará difícil advertir que el gobierno de España, presidido por el socialista Pedro Sánchez, ha debido permitirlo. Seamos claros, la influencia de Madrid sobre Andorra la Vieja -es el nombre de la capital de este histórico microestado (468 km2), que ha sobrevivido a lo largo de los siglos en que fueron haciéndose las naciones europeas por el laberinto geopolítico medieval posterior a la vigorosa era carolingia-, ha reconfirmado a Sánchez como un completo títere del impresentable Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, el partido de la izquierda radical española -palanca servil de Maduro en España-, al que se haya totalmente hipotecado desde que por sus votos, el secretario general del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), conocido, además, por su arribismo político, alcanzó agónicamente formar gobierno en su tercer intento y con ello, la ansiada investidura, en enero de 2020.

La escandalosa luz verde de Sánchez a Nicolás Maduro, el gendarme presidente de facto que controla Venezuela gracias la corrupta cúpula militar con Diosdado Cabello a la cabeza, desprestigia a España, tengo que decirlo; felizmente, para atenuar ante el mundo la censurable actitud política del endeble gobernante socialista, el Capítulo España - Bloque Constitucional de Venezuela que brega incesantemente porque pueda ser restituida la democracia en el país llanero, ha alzado su voz para “repudiar la participación” de Maduro por usurpar el poder legítimo en Venezuela. Y el Perú, que lidera el Grupo de Lima, ¿Qué dice?