Si bien lo dicho por el millonario Josef Maiman puede servir de mucho para cerrar el círculo de las corruptelas del expresidente Alejandro Toledo, al que ojalá algún día se pueda sentar frente a un juez, no perdamos de vista que este empresario peruano-israelí, que hoy la pega de colaborador, ha sido pieza clave para que el exmandatario burle por varios años a la justicia, a pesar de que sabía que el dinero que fue depositado en sus cuentas no tenía un origen lícito.

Maiman dice desde Israel que cometió el error de ayudar a un amigo y que se equivocó. Sin embargo, habría que preguntarle a este caballero cómo, con toda su experiencia y kilometraje en los negocios, jamás sospechó que el dinero que manejaba Toledo era de origen ilícito. ¿Tan inocente fue? ¿Tan fácilmente puso ser sorprendido por el expresidente? Ayer hemos recordado en nuestro editorial que hasta hace poco este empresario siguió blindando al prófugo.

El escandaloso crecimiento inmobiliario de Toledo y su familia y la existencia de la empresa Ecoteva saltaron a la luz a inicios de 2013, y habría que preguntarse si Maiman no tenía televisor o internet como para enterarse de que en medio de todo estaba la plata que habría depositado Odebrecht en sus cuentas, en beneficio del expresidente, dinero que según Jorge Barata -el hombre fuerte de esa empresa brasileña en el Perú- se pagó al chakano a manera de coima.

Si Maiman ha salido a hablar ante la prensa y está anunciando que dará todos los detalles ante el Ministerio Público, que lo haga, pero que no venga a hacerse el inocente, el sorprendido o el indignado por la actitud de su hasta hace poco defendido Toledo. Recordemos que este empresario dijo tiempo atrás que él podía hacer lo que quería con su plata cuando le preguntaron sobre por qué hizo un supuesto préstamo a la suegra de su amigo.

El hoy examigo de Toledo tiene mucha suerte y muy buenos abogados como para haber conseguido la condición de colaborador a cambio de que no se le dicte orden de captura. La ha sacado barata, pues este empresario, con sus evasivas y omisiones, ha permitido que el expresidente hoy esté prófugo y burlándose de todos los peruanos que cometieron el error de darle su voto y llevarlo a Palacio de Gobierno, de donde salió con varios millones de dólares en los bolsillos.