El ministro de Educación, Morgan Quero, está siendo duramente criticado con llamados a su renuncia incluso desde el Congreso, por referirse a las violaciones de niñas en Amazonas como “prácticas culturales”. Sin embargo, las malas noticias en el sector educativo no terminan ahí.

Recientemente se confirmó que cerca de 150 mil profesores serán nombrados automáticamente y sin pasar examen alguno, socavando así el principio de la meritocracia. Esto significa que docentes sin el conocimiento ni la capacidad adecuados estarán a cargo de la formación de escolares que representan el futuro del Perú.

Además, los resultados de la prueba internacional PISA sobre pensamiento creativo de estudiantes de 15 años han dejado al Perú en el último lugar. Este resultado adverso refleja el bajo nivel de la educación en el país y subraya la urgencia de una reforma educativa integral. No se pueden ignorar factores como la galopante anemia, un mal silencioso que impide a los niños y jóvenes desarrollar plenamente su inteligencia y habilidades.

Es evidente que la situación de la educación peruana es alarmante. No existen soluciones rápidas ni milagrosas para resolver estos problemas, pero es imperativo que la presidenta y sus ministros tomen este fracaso como una oportunidad para el análisis y la autocrítica. Solo a través de una evaluación honesta y la implementación de medidas correctivas podemos esperar cambiar el rumbo y mejorar el sistema educativo.