El 3 de marzo la presidenta Dina Boluarte, acompañada del Consejo de Ministros, anunciaba el lanzamiento del programa “Con Punche Puno”, inversiones por 1,300 millones de soles en la región, para impulsar “su desarrollo económico y social”, especialmente en proyectos de saneamiento, evacuación y tratamiento de aguas, que generarían 46,000 empleos.

Preocupa que aún no perciban, desde el Ejecutivo, la magnitud de la crisis de cambio que se vive en Puno y que pretendan soslayarla con anuncios de grandes inversiones, las que casi nunca se convierten en realidad. Es larga la lista de proyectos sin terminar y sin operar.

En 1987 el entonces presidente Alan García, entregó simbólicamente 135 millones de soles para el proyecto de evacuación de aguas pluviales. El ex presidente Pedro Pablo Kuczynski presentó su gobierno como el “quinquenio del saneamiento y el agua potable”. Se habló de la construcción de 10 plantas de tratamiento de aguas residuales, para remediar la contaminación de toda la cuenca Titicaca y, seguimos en espera.

Avanzar en superar la discriminación contra los pueblos originarios necesita cambio de actitudes y de políticas, reconocer los abusos cometidos y pedir las disculpas por ello. Es preciso investigar y sancionar rápidamente los crímenes cometidos y, sobre todo, dejar de creer que todo se resuelve con más o menos.

El 5 de marzo un lamentable accidente terminó con seis soldados ahogados, tragedia que pudo ser mayor de no haber sido por la oportuna intervención de comuneros, que les salvaron la vida a otros efectivos.

Se necesita aprender a tratarnos. Se requiere cambios legales para avanzar en superar la discriminación y, en lo político electoral, reconocerles una verdadera participación política, en la decisión de los destinos del Perú. Es hora del diálogo para avanzar en el Perú que necesitamos.

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