Una reciente encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) reveló que el 93% de la ciudadanía desaprueba el desempeño del Congreso de la República, en todas las regiones y niveles socioeconómicos. Una cifra contundente que reafirma el divorcio que existe entre los peruanos y los integrantes del Poder Legislativo, que hasta parecen esmerarse en cometer un desatino tras otro. El más reciente de estos, el diploma y medalla que entregó Waldemar Cerrón, segundo vicepresidente del Congreso y parlamentario de Perú Libre, a la actriz cómica Dayanita. ¿Cuál es el mérito de la exintegrante del programa “JB en ATV” para recibir ese reconocimiento? Pues según el referido legislador: por su dedicación, creatividad e impacto positivo en el arte y la cultura, motivo de orgullo nacional”. Seamos honestos, y sin prejuicios de por medio, tratamos de encontrarle algún mérito a la joven para haber sido condecorada y no existe una razón contundente. Si se trata de estimular la carrera artística de una integrante de la comunidad lgtbq, existen muchos otros personajes que sí han aportado a la sociedad con su trabajo. Pero, si revisamos las últimas informaciones de Dayanita, pues lo que encontraremos son escándalos y de los más gruesos; no precisamente que aporten a la identidad nacional y de los que debamos sacar pecho. Pareciera que el Congreso de la Republica, repartiendo diplomas y medallas, quisiera resarcir, por ejemplo, la aprobación por insistencia de la controvertida Ley de Cine, que no tomó en cuenta a los diversos gremios locales relacionados al cine y que tendrá un impacto negativo en el avance de áreas clave como la paridad de género y la producción de películas en lenguas originarias. En tiempos en los que es necesario estimular económicamente una industria que debe competir de igual a igual con sus pares, este apoyo no toma en cuenta a la escritura de guiones y la investigación para documentales. Y no olvidemos que hace muy poco la Comisión de Cultura estuvo a punto de la derogación de la Ley del Artista, que puso en peligro, entre otros derechos, el pago de regalías que los artistas reciben por el uso de su imagen en productos audiovisuales. El gremio artístico en pleno se manifestó y tuvo que salir a las calles para defender lo conseguido a base de luchas. Si se trata de querer honrar al artista, en lugar de galardones, se debería trabajar por mejorar con leyes efectivas una actividad que necesita mucho apoyo porque refleja la identidad del país.