Una nueva denuncia, una más, ha caído sobre el congresista Darwin Espinoza, elegido en la región Áncash por Acción Popular, ese partido que algún día fue importante en la política peruana y que hoy está representado en el Congreso por gente realmente dudosa e impresentable como “Los Niños”, entre los que se encuentra el mencionado padre de la patria que si sigue en funciones y cobrando su sueldo, es gracias a los amarres y a la aplicación estricta de la frase “otorongo no come otorongo” que impera en la Plaza Bolívar.

Espinoza ya está bajo investigación por el caso “Los Niños”, pero aun así sigue en conductas lamentables como la que acaba de denunciar el canal Latina, en el sentido de que el personaje está usando recursos y trabajadores del Estado para apuntalar la inscripción del llamado Movimiento Regional Adelante Áncash, que tiene como cabeza visible a su hermano. Sí, como hemos titulado ayer en la portada de Correo Lima recogiendo dicho destape periodístico, están armando un partido político con nuestra plata. ¿Qué les parece?

Lo que estamos viendo ahora con Espinoza, quien según Latina no ha respetado ni las hojas Bond del Congreso ni la clave de Reniec pagada por todos los peruanos que ya ha tenido que ser suspendida, es consecuencia directa de no aplicar las sanciones que contempla la ley contra elementos que lo merecen. En un Poder Legislativo “normal”, este caballero y muchos otros tendrían que haber sido expulsados hace tiempo porque sin duda los electores se equivocaron al votar por él.

Esto no ha pasado solo con “Los Niños”, en su mayoría de Acción Popular, quienes gozan de total impunidad quizá amparados en el rabo de paja de sus colegas. También lo vemos con esa “bancada” que integran los tristes y célebres “mochasueldos”, unos verdaderos pájaros fruteros de los sueldos y bonos de sus trabajadores a los que nadie toca a pesar de que estamos hablando de un robo descarado de dinero. No nos sorprendamos si más adelante son descubiertos en alguna otra inconducta.

Ayer por la mañana han allanado las oficinas de algunos de “Los Niños”. Sin embargo, soy muy escéptico y dudo que algo les ocurra. Tienen siete vidas. Hasta Acción Popular ha tratado de deshacerse de ellos, pero no puede porque el partido no posee una dirigencia clara. Todo juega a favor de estos personajes que a este paso se irán en julio del 2026, y quizá no tengan ninguna vergüenza como para lanzarse a la reelección, esta vez como senadores. Y lo que es peor, quizá la gente vuelva a votar por ellos.

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