El 14 de octubre último cuando juramentó Jorge Figueroa Guzmán como nuevo ministro de Educación, publiqué un tuit que reitero: “Saludo al nuevo ministro de Educación. Le deseo éxitos. Gestión abierta y de dialogo. Fijar un plan de prioridades educativas sobre todo para el año escolar 2026. Convocar a colaboradores que vivan la educación”. Por ello, hablando de medidas de política necesarias, por el escaso tiempo y el contexto para una gestión pertinente del sector, me permito hacer algunas propuestas.

Poner atención a la infraestructura y las condiciones básicas de calidad. Para el efecto, aumentar la construcción de Escuelas Bicentenario, así como gestionar ya un crédito de 800 a mil millones de soles para el mantenimiento preventivo oportuno de los 54 mil locales escolares. Entregar oportunamente los cuadernos de trabajo-2026 a los alumnos de los colegios públicos.

Calendario escolar: aumentar el número de horas efectivas de clases, comenzando el año escolar el 8 de marzo y disminuyendo los días de vacaciones y trabajo de gestión a solo 2 días. Esto debe ir en la norma técnica (que debe ser sencilla) y oportuna para el desarrollo del año escolar 2026.

Fortalecer la tutoría y el bienestar socioemocional para una convivencia social positiva con disciplina escolar y sin impunidad con precisiones normativas claras y con capacitación a los especialistas del Minedu, direcciones Regionales de Educación, direcciones de UGEL, directores de colegios ,tutores y maestros.

Cuidar y activar “la meritocracia magisterial” manteniendo las evaluaciones respectivas y apelar a la inconstitucionalidad de leyes de “nombramiento automático”. Y, por supuesto, apoyar el aumento progresivo de las pensiones de los maestros cesantes y jubilados.