Algo debe andar muy mal en el Gobierno para que días atrás, desde Roma, el presidente Ollanta Humala haya rechazado tan abiertamente, y sin que se le suban los colores a la cara, que en el Congreso se forme una comisión que se encargue de investigar las movidas de su amigo Martín Belaunde Lossio, alegando que en el Poder Legislativo hay temas más importantes que analizar, como la reelección de los presidentes regionales y la nueva ley electoral.

Una de las alternativas es que el jefe de Estado anda en otra realidad y sus asesores le hacen creer que no pasa nada, cuando en realidad cada domingo se destapan más nexos entre el prófugo y licitaciones amañadas. Primero fueron las movidas de Belaunde Lossio en el Congreso y sus nexos con la campaña electoral humalista, luego vimos asuntos en Madre de Dios y finalmente en Cusco, con el añadido de que las “gestiones” a favor de Antalsis las hacía en calidad de amigo de Palacio.

En El otoño del patriarca, de Gabriel García Márquez, se narra un pasaje en que los adulones del dictador le hacen creer que las multitudes que pugnan por acceder al palacio presidencial lo hacen para abrazarlo y cargarlo en hombros, cuando en realidad se trataba de una turba que quería lincharlo y sacarlo del poder. Esa es una muestra de cómo algunos gobernantes viven alejados de la realidad, quizá por acción de esos “incondicionales” que los mantienen sin ver lo que pasa en la calle.

La otra posibilidad es que el jefe de Estado y su gobierno estén realmente aterrados, como muchos sospechan, por lo que pueda arrojar una investigación a las actividades del amigo Belaunde Lossio, el financista de la campaña, el capo de “La Centralita”, el hoy hombre de Antalsis y el que con sus dudosos aportes provenientes de consultorías en temas capilares, contribuyó generosamente con la economía de la familia Humala-Heredia antes de que llegue a Palacio de Gobierno.

Sea por una razón u otra, o porque vive en una realidad diferente a la del resto de peruanos o porque se muere de miedo de terminar embarrado por Belaunde Lossio, resulta grave que el presidente Humala haya rechazado una investigación del Congreso que, si no hay nada oscuro detrás, podría ayudarlo a él mismo a demostrarle a sus detractores que todo fue un montaje para perjudicar al inmaculado gobierno donde la honestidad hace la diferencia.